La disputa interburguesa sobre el Litio, donde el gran empresariado siempre gana

La actual coyuntura del Litio y la intención de concesionar su explotación deja a descubierto 2 miradas contradictorias, pero no antagónicas a los intereses del capital, por un lado existe la gran burguesía que representa los intereses de concesionar la explotación de este mineral a bajo costo y por un largo periodo, mientras que en la otra parte, se posiciona la pequeña burguesía progresista en su intento por cuestionar dichas condiciones superficiales de la concesión que plantea llevar acabo el gobierno, siendo como eje central de la discusión la rentabilidad del mineral y no su explotación por parte de grandes consorcios mineros de origen extranjero, justificando su posición en un llamado a la “industrialización”, pero que sabemos es inviable de acuerdo al rol que presenta la economía chilena en la actual fase de acumulación capitalista, centrado en la demanda interna, pero también en la extracción de materias primas y su exportación a países desarrollados, para su posterior manufactura y procesamiento.

 

El Litio, un mercado en auge, pero con debilidades y contradicciones

Chile concentra cerca del 52% de la reserva mundial del Litio, convirtiéndose en el país con mayor presencia de este mineral en las condiciones más favorables para su explotación, seguido por Australia y Bolivia dentro del ranking. El Litio actualmente se puede encontrar en 3 compuestos principales que son cotizados en el mercado mundial, por un lado, tenemos las salmueras como cloruro de Litio (LiCl), el hidróxido de Litio (LiOH) y el carbonato de Litio (Li2CO3), cada uno de estos compuestos derivan a otros productos de diversas aplicaciones en la industria, desde la farmacéutica hasta la industria tecnológica, pero hay un mercado naciente de este mineral, que según la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI) -que reúne diversos especialistas del rubro de la minería- estiman que el Litio se transformará en un mineral importantísimo en los próximos 15 años, donde dicha relevancia es a causa del creciente desarrollo de la industria automovilística y energética, que hoy tiene como vanguardia a países como China (se espera pueda ser el mayor productor de Litio para el 2030), Estados Unidos, Japón y Alemania en esta materia.

 Cabe destacar, que el desarrollo de la investigación científica en esta materia aún es muy limitada y exclusiva de ciertos países, en comparación con las áreas de actual aplicación que presenta el Litio, donde ya se encuentran mucho más avanzada la investigación y la innovación en el procesamiento del mineral; esta limitante es la que hoy no ha podido superarse y entabla un desafío para el capital en que ya trabajan, En el caso de Estados Unidos, el año 2009, como parte de su programa de energía, el gobierno de EE.UU. otorgó 24.000 horas a IBM en dos laboratorios nacionales, Argonne y Oak Ridge, para la investigación sobre como aumentar la funcionalidad de la batería de los autos eléctricos; Por otro lado, el impacto medio ambiental que genera la producción industrial actual del Litio es altísimo a pesar de la baja extracción que tiene hoy en día, en comparación al auge que proyectan los estudios del Consejo Minero (organización gremial que reúne las firmas más importantes que operan en Chile), si la explotación del Litio presentara esos índices, los resultados serían irreversibles para el ecosistema y sus cercanías.

La principal contradicción del capitalismo y su discurso “sostenible”, es que la explotación y futuro mercado del Litio, se pregona bajo el argumento de que es posible generar una energía libre de huella de carbono, pero no se menciona que su proceso de extracción, es catastrófico para el ecosistema y las comunidades cercanas a las faenas, basta con ver que ni siquiera existen estudios hidrogeológicos que puedan categorizar el impacto de la minería.

 

El Litio y la licitación, una disputa interburguesa

 La Minería chilena históricamente ha sido objeto de atención por parte de la burguesía local y extranjera en su proceso de acumulación, hoy no es la excepción, podemos observar actualmente, que la mayoría de las empresas ligadas a la explotación del mineral son Soquimich (SQM), Albemarle Corporation y Cyprus Company, estas últimas dos compañías estadounidenses, centran su funcionamiento en el procesamiento del Litio y Bromo, para la producción de catalizadores utilizados en diversas áreas de la industria química, esto deja en evidencia la importancia del Litio para la producción y acumulación capitalista y cómo les imperioso asegurar en materia jurídica la explotación de este mineral.

El 13 de octubre del 2021, se publica el decreto de licitación del litio, otorgando la concesión por 29 años en 5 cuotas de 80 mil toneladas de Litio (400 mil en total) del 4,4% de la reserva total del Litio que presenta nuestro país (equivalente a seis veces el consumo mundial de litio de 2020), que trae consigo muchas irregularidades favorables para el capital, que son de interés a analizar, en primer lugar no se detallan los espacios para la explotación del mineral, dejando a libre disposición del consorcio que adquiera la licitación, la investigación y el estudio de los yacimientos para su posterior explotación; por otra parte, dicha medida impulsada por el gobierno, representa los intereses evidentes del monopolio minero que se ha gestado con el desarrollo de la fase de acumulación capitalista actual y que hoy atrae a la burguesía extranjera con mayor ánimo en relación a los últimos 15 años, donde esta medida se sostiene bajo los falsos discursos del progreso económico de los chilenos, pero que no significan más que la consolidación del monopolio minero internacional, en el emergente auge del mercado ligado al Litio.

De cara a la licitación actual, hoy ya fueron adjudicadas a dos empresas, 2 cuotas de las 5 presentadas en la oferta, con 80 mil toneladas cada una. Por un lado, se encuentra BYD Chile SPA de origen chino y por otro, Servicios y Operaciones mineras del Norte de origen chileno (en control de la familia Errazuriz), las empresas que participaron de la licitación fueron:

   

Empresa

Origen

Oferta USD$

Número de cuotas

Historia en el negocio del Litio

BYD Chile SPA

China

61.000.999

1 (80 mil toneladas)

Nuevo en Chile, pero no en el negocio

Albermale limitada

Estados Unidos

60.000.000

2 (160 mil toneladas)

Segundo productor de Litio en Chile

Cosayach Caliche SA

Chile (Errázuriz)

30.100.000

1 (80 mil toneladas)

Nuevo

Servicios y Operaciones Mineras del Norte SA

Chile (Errázuriz)

60.000.000

1 (80 mil toneladas)

Nuevo

Sociedad Química y Minera de Chile SA (SQM)

Chile

19.100.000

1 (80 mil toneladas)

Primer productor de Litio en Chile

 

 

Empresas como BYD Chile SPA de origen chino, con presencia en 30 países, ligadas al desarrollo automovilístico y la producción de baterías de alto rendimiento, son el claro ejemplo de cómo este mercado se posiciona en alza y deja en evidencia que la vanguardia en producción y procesamiento de este mineral de cara al 2030 será liderada por China.

Sin embargo, el fenómeno que cerca de 3 empresas de origen nacional presenten intereses en la explotación del creciente mercado, deja en evidencia que la burguesía nacional no pretende quedarse al margen y abre una disputa con la burguesía transnacional. Por otro lado, la familia Errazuriz, no es nueva en el rubro minero, desde los años 80 se consolidan como una de las mayores firmas en la producción de derivados del Yodo, representada en Cosayach Caliche SA y también en Servicios y Operaciones Mineral del Norte SA, y hoy aspiran a fortalecer su acumulación con el ascendente negocio del Litio que, hasta la fecha, mantiene a Soquimich (SQM) representando a la burguesía nacional en el monopolio del Litio.

 

¿Cómo se expresa la disputa política de las burguesías? 

En el plano institucional, los distintos representantes de la burguesía reaccionaria y progresista buscan una forma de darle salida al conflicto de la licitación, en base a sus propios intereses en relación con el futuro del litio.

Por un lado, el conglomerado de Apruebo Dignidad -en conjunto con partidos que probablemente se sumen al gobierno entrante, como el Partido Socialista- contempla en su programa la creación de una Empresa Nacional del Litio (ENAL) que tiene como fin “su manufactura y generación de valor agregado y trabajo, generando empleos en los yacimientos y un sello chileno al producto» por lo que al interior del Congreso, las fuerzas se unieron por suspender la licitación del litio hasta que la nueva constitución esté aprobada y que cualquier licitación pase a ser supervisada, en caso de que la nueva carta magna estipule que todo yacimiento minero de litio, cobre y oro sea propiedad exclusiva del Estado, y por tanto, de él su derecho a explotación. Sin embargo, este titular, que da para infinitas posibilidades, tiene un tinte indudablemente populista, en tanto que, dado el carácter y capacidad real del Estado en esta fase de acumulación, se requeriría una “alianza” estrecha con privados, quienes asegurarían la continuidad operacional y la capacidad de explotación con ventajosos resultados para el empresariado. No es de olvidar que el gobierno de Boric es ante todo un gobierno de consenso, que ya ha generado altas expectativas en el empresariado, por lo tanto, su gran capacidad será combinar la demagogia de ideas con amplio apoyo en las masas, con acuerdos aseguren bajo el campo de los tecnicismos y subterfugios asegurar que el empresariado, y sobre todo la gran burguesía no vea afectada sus ganancias. Por otro lado, el impulso de los sectores progresistas por llevar a cabo un supuesto proceso de industrialización interna no significa en ningún caso que las ventajas económicas lleguen a manos de la clase. En este sentido, no debemos perder de vista que industrializar no asegura ni mejores condiciones para sus trabajadores, ni que las ganancias vayan a manos del pueblo trabajador.

En la vereda de la burguesía reaccionaria, los partidos del sector republicano y la coalición de Chile Vamos no han sido claros en su posición respecto al litio, lo que sería un claro indicador de respaldo a la iniciativa de Piñera. El entreguismo de los recursos naturales a la burguesía transnacional ha sido la tónica histórica de los procesos de extracción de minerales, por lo que no sería extraño que dicho sector sea funcional a la propuesta presentada por Piñera.

Aun así el consenso estructural está, y de todas formas mientras ni la “Estatización” propuesta por Boric ni el entreguismo fácil de los sectores reaccionarios, resolverá el problema de que los recursos vayan a manos de la gran burguesía y que por tanto, la acción que se realice por mediar la actual coyuntura no pasará de presentar modificaciones a la gestión de los empresarios que se adjudicaron la licitación (como el precio por cuota de litio a explotar, la duración de los contratos u otras cuestiones de carácter técnico-monetario que no cambien sustancialmente la licitación o modificaciones cosméticas que obliguen a Apruebo Dignidad negociar cuestiones relacionadas a impuestos y cobros por producción), como lo fue la última reunión del equipo de Boric con el biministro de Energía y Minería de Piñera, donde más allá de presentar aprehensiones sobre el tema medio ambiental y las comunidades, no hubo mayor desacuerdo, ya que tal cual como lo dijo Siches, no hay mayor propósito que “poder construir una política de Estado que pueda transitar los distintos gobiernos, que nos permita dar claridad a los mercados internacionales pero también tomar el mandato de nuestro presidente electo, Gabriel Boric, que está incorporado en nuestro programa y que plantea mantener una visión de desarrollo para Chile”.

 

La sobre explotación minera y su rol en los conflictos ambientales

El triángulo del Litio, se llama a la zona del Altiplano, situado en la región de Antofagasta, la composición de este triángulo, abarca a los países vecinos como Bolivia y Argentina que también presentan reservas de Litio, por nuestra parte, el salar de Atacama es la zona del triángulo en territorio chileno donde encontramos el mineral, donde la actual empresa que desarrolla las actividades de extracción del mineral, es Soquimich (SQM), que a raíz de su explotación, ha generado daños irreversibles a la composición del Salar, junto a otra firma, que es Minera Escondida, el alza del proceso productivo en el Salar y su relación con el Litio, ha llevado a una devastación del paraje con la extracción de agua y la formación de posos contaminados en el salar.

Ante estos problemas ambientales que arraiga la industria de la sobreproducción minera (característica propia del capital), el año 2016 las comunidades indígenas, han acudido principalmente a las instancias institucionales, donde el marco jurídico burgués, representado por el poder ejecutivo y el judicial, han jugado un rol preponderante en defensa de los intereses del capital; el objetivo de las comunidades, es que la Superintendencia de Medio Ambiente (SAM), quien es la encargada de autorizar las intervenciones ambientales que realiza la industria minera, revoque el permiso de SQM, que acusada de extraer más Litio del permitido en salmueras, provocó daños incalculables al Salar, alterando su composición geológica, el pH del suelo, además de la extracción y utilización de agua dulce, etc; a pesar de los graves daños ocasionados, la SAM sólo cursó una ínfima infracción monetaria y una orden de cumplimiento, como medida de carácter compensatorio, pero su permanencia no fue punto de discusión, las instancias de las comunidades continuaron, debido a la insatisfacción de las medidas empleadas, pero bajo el mismo alero de la institucionalidad, donde el año 2019, SQM presentó un recurso de casación, alegando una incorrecta interpretación o aplicación de la ley por las sanciones efectuadas, pero donde el primer Tribunal Ambiental y la Corte Suprema, deciden continuar las medidas tibias que utilizó el SAM en su inicio, desestimando y haciendo cada vez menos probable el cumplimiento de las comunidades.

Actualmente, de cara a la actual coyuntura, la corte de apelaciones de Copiapó acogió a trámite dos recursos de protección presentadas por el gobierno regional de Atacama y por comunidades del sector. Esto implica una suspensión provisoria a la licitación, mientras el gobierno cuenta con 10 días para presentar los estudios que respondan a la inquietud de las comunidades respecto al impacto medio ambiental y económico en la región.

Sin embargo, SQM no se detendría ahí, contraatacando ya no desde el área legal, sino con el clientelismo y la cooptación económica, donde Camar, una de las comunidades que se presentaba en el conflicto, decide firmar un acuerdo con SQM y realizar su salida de las instancias judiciales en la movilización, gestando un quiebre moral y político al interior de las comunidades de cara al proceso judicial, finalizando con la disolución de dicho movimiento y generando la atomización de las comunidades entre sí.